Cuando toquemos fondo, más allá del abismo
y cuando no queden fuerzas para mirar.
Cuando Helios nos devuelva la vista
y cuando necesites caricias para calmar tu infierno.
Cuando mis brazos se aferren a tu alma
y cuando bese tu corazón.
Estaremos flotando, juntos, siempre, eternos en trozos de papel desperdigados por todo Orión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario