miércoles, 24 de agosto de 2016

Disculpa

Pido disculpas al tiempo, porque hace mucho que le llevo pidiendo que pase más despacio para disfrutarte mejor. Pido disculpas al destino por si tenía otros planes para nosotros, porque he decidido estar contigo. Pido disculpas a las caricias que me han dado por no hacerme sentir como las tuyas. Pido disculpas al viento si lo uso como excusa para abrazarla y que entre en calor. Pido disculpas a todos los que me han visto triste y no me ven cuando estoy con ella. Pido disculpa a todos los que me hablan si no son capaces de decirme "cosa guapa" y que arda por dentro. Pido disculpas si no habéis podido ver una sonrisa tímida en la comisura de sus labios cuando acaricio su pelo. Pido disculpas a mi corazón por romperse en mil con cada lágrima que derrama. Pido disculpas a los pensamientos que se me escapan en las largas noches de su ausencia. Pido disculpas a las serendipias del mundo, porque esta la he encontrado yo y nadie más. Pido disculpas a las ascuas que brillan en la oscuridad, porque sólo su antorcha me ilumina. Te pido disculpas por no ser a veces suficiente. Y te doy las gracias por soportarme contra viento y marea.

sábado, 13 de agosto de 2016

Cuéntame

¿Has sentido alguna vez el peso inerte de todas tus acciones cayendo sobre ti? ¿Las has sentido como rocas ancladas en tus extremidades arrastrándose al fondo del mar? ¿Has cerrado alguna vez los ojos y has sentido el vaivén de las olas? ¿Has visto el azul intenso tornarse negro? ¿Han picoteado alguna vez curiosos peces los dedos de tus pies mientras tus pulmones arden? ¿Has perdido la consciencia y te has levantado con un nuevo sol más allá de tu implacable existencia? ¿O te absorbió la oscuridad del infinito abismo en un interminable sueño?
Cuentame, cielo, cuál es tu secreto. Dejame conocerlo. Deja que salga y te haga trizas. Salta de una vez a la locura, que los demonios tienen hambre de tus cuentos tristes y tus miradas ausentes.
¿Has sentido alguna vez un nudo en la garganta? ¿Un nudo que parece una soga que no hace más que apretarse? Sé lo que sientes. Jamás un ahorcado contó un cuento alegre. ¿Quieres escuchar un cuento alegre? Yo no soy ese narrador. Pero tengo cuerda para hacer trampas. ¿Has querido alguna vez gritar y destrozar todo a tu paso como el más iracundo de los huracanes? ¿Has sentido alguna vez esa rabia que nace de la más honda tristeza? ¿Has querido alguna vez escapar de tu mismo cuerpo arrancándote la piel a jirones?
Cuentame ahora cada resquicio de tu alma para poder darte el beso final.

jueves, 4 de agosto de 2016

Confesión

Tengo que confesarte algo. 
Resulta que por muchos kilómetros que nos separen jamás te he sentido lejos. Resulta que desde el primer día que te vi no he dejado de pensar en ti. Resulta que te vi llorar, te vi reír, te vi gemir y me enamoré. Resulta que da igual las cuentas que haga que el resultado siempre será seguir adelante. Resulta que tienes la culpa de hacerme feliz, dando pasos agigantados siempre detrás de mi sonrisa y de mis llantos ahogados. Resulta increíble el haberte encontrado, serendipias que inmarcesibles florecen sin que las haya llamado.
Tengo que confesarte lo inconfesable. Aunque ya lo sabes. 
Resulta que te amo más de lo que jamás amé a nadie. Resulta que cuanto más lo pienso mejor me sabe la idea de una vida contigo, que eres la aventura más fascinante que jamás haya vivido y que, si tiene que acabar, que acabe, pero no hay dolor que ahogue nuestros únicos momentos. Resulta relajante la tinta que te dedico, que ahora escribo de felicidad y no de depresión, que sigue ahí, pero oculta en el lado oscuro de nuestra siempre llena luna.