Llueven hojas castañas en las frías calles empedradas. Caen en el impoluto
río y viajan lejos, lejos de nuestra vista. Llueven besos de nuestros labios
bajo un sol de otoño que no calienta. Caen las palabras tanto tiempo
silenciadas. Llueven caricias desde mi frente a mi mejilla. Caen eternas
sonrisas. Llueve la realidad. Cae tu fantasma sobre mí. Llueven los años. Cae
mi mirada al suelo. Llueve mi melancolía.
Cae tu recuerdo que, como sol de otoño, no calienta. Llueve una lágrima de
mi corazón hasta tu tumba. Cae el mundo entero con tu eterna ausencia.
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