jueves, 4 de agosto de 2016

Confesión

Tengo que confesarte algo. 
Resulta que por muchos kilómetros que nos separen jamás te he sentido lejos. Resulta que desde el primer día que te vi no he dejado de pensar en ti. Resulta que te vi llorar, te vi reír, te vi gemir y me enamoré. Resulta que da igual las cuentas que haga que el resultado siempre será seguir adelante. Resulta que tienes la culpa de hacerme feliz, dando pasos agigantados siempre detrás de mi sonrisa y de mis llantos ahogados. Resulta increíble el haberte encontrado, serendipias que inmarcesibles florecen sin que las haya llamado.
Tengo que confesarte lo inconfesable. Aunque ya lo sabes. 
Resulta que te amo más de lo que jamás amé a nadie. Resulta que cuanto más lo pienso mejor me sabe la idea de una vida contigo, que eres la aventura más fascinante que jamás haya vivido y que, si tiene que acabar, que acabe, pero no hay dolor que ahogue nuestros únicos momentos. Resulta relajante la tinta que te dedico, que ahora escribo de felicidad y no de depresión, que sigue ahí, pero oculta en el lado oscuro de nuestra siempre llena luna. 

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