Tengo ceniza en el corazón de arder hasta la extenuación noche tras noche contigo. Columnas blancas se alzan ante mi, altas, sin sujetar techo alguno. Porque no hay techo que nos contenga. Reinos se alzarán y caerán, pero ninguno tan fuerte como la unión de tu mirada con la mía. En polvo se convertirán estrellas lejanas, que no vivirán más que nuestro amor.
Tengo ceniza en la sonrisa de besar la tuya. Y me sabe a poco. Cada suspiro ahonda en un corazón que estaba marchito y que has vuelto a hacer latir.
domingo, 29 de noviembre de 2015
Ceniza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario